Hay cosas que utilizamos diariamente y que damos por sentado. Artículos que se han convertido en una parte tan importante de nuestra rutina, que a menudo pasamos por algo algunas de sus funciones más básicas. Sin embargo, de pronto un día nos fijamos cuidadosamente en sus detalles y nos damos cuenta de que pueden hacer muchas más cosas de las que pensábamos.
Por ejemplo, esas rayas en los vasos de plástico que pensábamos que eran parte de su diseño, y que en realidad cumplen una función muy específica. Aquí tienes una recopilación de curiosidades de algunos artículos que usamos a diario, funciones ocultas inesperadas que seguramente desconocías… ¡hasta ahora! Esperamos que te resulte tan interesante y sorprendente como a nosotros.
1. Pequeños botones en tus pantalones vaqueros.
A pesar de su longevidad — fueron inventados por Levi Strauss durante el siglo XIX—, es posible que todavía haya cosas que todavía no sabías sobre los pantalones vaqueros. ¿Sabes por qué hay pequeños botones de cobre en las costuras de sus bolsillos?
Puede que sepa que los vaqueros se concibieron originalmente como prenda de trabajo. Para que resistiesen las jornadas laborales más exigentes, la tela no era suficiente, ya que los esfuerzos realizados durante determinadas tareas terminaban provocando que las costuras se rompiesen. Un sastre llamado Jacob Davis se dirigió a Levi Strauss en 1872 para darle la solución: los remaches, el verdadero nombre de esos botoncitos que puedes encontrar en los bolsillos de tus vaqueros.
Se sitúan estratégicamente en los puntos de estrés y tensión, y multiplican la resistencia y durabilidad de la prenda. Además, se han terminado convirtiendo en sello de identidad de estos de pantalones.
2. El pequeño agujero en las tapas de las bebidas.
Ese pequeño agujero que encontramos en la parte superior de las tapas de las tazas de café caliente para llevar, y también en los termos, tiene varias funciones. La primera, que el aire pueda entrar y la bebida pueda salir sin problemas. La segunda, y no menos importante, para evitar que la tapa se derrita por el calor.
3. El número «57» en relieve en la botella de kétchup Heinz.
Si alguna vez has tenido una botella de vidrio de ketchup Heinz, es probable las hayas pasado canutas para sacar la preciada salsa de su interior. Algunas de las técnicas más típicas son sacudir la botella con fuerza, darle golpes secos en la base, o incluso utilizar un cubierto. Pero, ¿y si te dijera que las botellas esconden un secreto que facilita al máximo la expulsión de la salsa de su interior?
Si te fijas bien, encontrarás ubicado en el inicio del cuello de la botella un relieve con el número 57. Este sello se corresponde con el eslogan de la marca, «57 variedades», que hacía referencia al hecho de que alrededor del año 1896 tenían todas esas opciones de salsa disponibles. Pero ese relieve es más que una simple marca comercial.
El «57» marca el punto preciso para conseguir que la salsa salga de forma fluida: simplemente tenemos que inclinar la botella y dar pequeños toques secos sobre el número en relieve. Se trata de un diseño intencionado… y un secreto que, por lo visto, solo conoce el 11% de las personas.
4. Los relieves en las teclas F y J del teclado.
Seguro que te has fijado alguna vez en que los teclados, incluyendo los de ordenadores portátiles, tienen unas muescas en las teclas F y J. Además, los teclados que también disponen de pad numérico también tienen una muesca en el 5.
El propósito de estas muescas es guiar al usuario para posicionar correctamente las manos según los estándares de mecanografía, sin necesidad de mirar, como si se tratara de código braille. De acuerdo con dichos estándares, hay que colocar el dedo índice de la mano izquierda sobre la muesca de la tecla F, y el dedo índice de la mano derecha sobre la tecla J.
De esta manera, el resto de dedos de las dos manos quedarían dispuestos de manera organizada para poder alcanzar el resto de teclas del teclado sin problemas.
5. El bolsillo pequeño de los pantalones.
Volvemos a los pantalones vaqueros, ¿pensabas que esta icónica prenda no escondía más secretos? La propia compañía estadounidense Levi Strauss explicó en una ocasión que el bolsillo pequeño de los vaqueros, que se encuentra en la inmensa mayoría de estas prendas, existe porque a principios del siglo XIX los cowboys tenían necesidades que debían cubrirse.
¿Y cuáles eran estas necesidades, exactamente? Resulta que en la década de 1800 los cowboys solían llevar sus relojes de bolsillo colgados de una cadena del chaleco. La compañía decidió introducir el bolsillo pequeño en los pantalones vaqueros para que pudieran guardar el reloj y no se les rompiera. Aunque el reloj de bolsillo cayó en desuso por la popularización de los de pulsera, resulta que se puso de moda otro artículo que también cabía perfectamente en el bolsillo pequeño: el mechero Zippo, que se tenía que guardar siempre en posición vertical para que no se derramara la gasolina que contenía.
6. Los agujeros laterales de tus zapatillas Converse.
Otra prenda icónica que nunca pasa de moda son las zapatillas Converse. Puede que alguna vez te hayas fijado en los dos agujeros que casi todos sus modelos tienen en un lateral. Pero, ¿para qué sirven?
No se trata de una simple decisión de diseño, y tienen una importante utilidad. A pesar de que no es un recurso muy utilizado, sirven para pasar por ahí también los cordones y atar más fuerte los zapatos. De esta manera, el pie estará más sujeto. También es un buen truco para la gente que tiene el pie estrecho y siente que le quedan grandes las zapatillas.
7. Las rayas en los vasos de plástico.
Los vasos de plástico siempre son unos de los grandes protagonistas de las fiestas o reuniones de amigos. Puede que te hayas fijado alguna vez en que tienen unas líneas marcadas. Estas líneas no son parte de su diseño, ni sirven para sostenerlos mejor, y su origen lo encontramos en el hecho de que estos vasos fueron diseñados para servir bebidas alcohólicas.
Resulta que esas líneas de «adorno» están situadas de manera que sirvan para medir la cantidad que debes llenar según cada tipo de bebiba. La primera línea empezando desde abajo mide exactamente una onza de líquido, y es el límite hasta donde debes añadir el licor. La segunda, para servir vino, indica cinco onzas, y la tercera es adecuada para la cerveza —12 onzas—.
8. Los agujeros en los palos de los chupachús.
A pesar de que mucha gente utiliza los palos de los chupachús como silbatos, no es esa la verdadera explicación de por qué tienen un característico agujero. En realidad, la principal función es sujetar bien el dulce, ya que actúa a modo de soporte cuando se pone el caramelo blando sobre el palo.
Pero no es esa su única función, ya que también sirve para proteger a los niños de la asfixia en caso de que se traguen el palo. El agujero permitiría el paso del aire, y de esta forma el niño podría respirar hasta que le extraigan el objeto de la garganta.
9. Las «asas» del carrito del supermercado.
¿Te has preguntado alguna vez para qué sirven esas asas que forman parte de todos los carritos de supermercado? Lo cierto es que este detalle, que se encuentra en la parte de la canastilla, tiene una utilidad que es posible que te cambie la vida una vez que la conozcas.
Resulta que estas asas sirven para colgar en ellas las bolsas que contengan alimentos frágiles, como pueden ser los huevos o el pan. De esta manera, se evita que se rompan o se aplasten cuando se colocan las cosas más pesadas. Además, permite tener espacio adicional para colocar más cosas dentro del carrito.
10. La cuchara de espaguetis.
Son muchas las personas que utilizan para este tipo de pasta una cuchara dentada con un agujero en el centro. Supuestamente, esta herramienta sirve para recoger los espaguetis una vez, pero, ¿para qué sirve el orificio?
Resulta que el agujero no sólo sirve para que drenar el agua que se ha utilizado para cocerlos en la olla. El orificio fue diseñado también para calcular cuál es la cantidad de espaguetis que entra en una ración.
11. Ranura en el fondo de las tazas.
Muchas tazas tienen pequeños surcos en la parte inferior. No se trata de un capricho, sino que tienen una función muy específica: están diseñados de esta manera para facilitar su lavado en el lavavajillas.
Cuando se colocan bocabajo, permiten que el agua fluya en vez de estancarse. De esta forma, el líquido no se derramará sobre tus pies cuando saques las tazas del electrodoméstico. Además, los surcos permiten que el aire frío fluya debajo de la taza, de manera que no se agriete cuando se calienta con bebidas que están a temperaturas más altas.
12. Los agujeros en los mangos de cazos y sartenes.
Prácticamente todos los utensilios de cocina tales como cazos o sartenes tienen en el mango un agujero. Solemos aprovecharlo para colgarlos de la pared, o de algún lugar preparado para ello. Sin embargo, el orificio tiene una utilidad adicional que desconocíamos, y que es de lo más práctica.
Resulta que el agujero también sirve para sostener la cuchara de madera o el utensilio con el que estamos cocinando. De esta manera, evitamos ensuciar la cocina cuando lo dejamos sobre la encimera. Por supuesto, ¡esto no quiere decir que no debamos seguir utilizando el agujero para colgar las ollas o las sartenes!
13. La flecha al lado del símbolo del tanque de combustible.
La flecha que aparece al lado del icono del surtidor de gasolina es la encargada de indicarnos a qué lado está la toma del depósito. Cuando la flecha aparece a la izquierda del surtidor, el depósito de gasolina estará situado a la izquierda. Por el contrario, si el indicador aparece a la derecha, tendremos que echar gasolina desde la parte derecha del vehículo.
Puede que muchos piensen que se trata de un símbolo poco práctico, ya que los conductores conocen a la perfección ese detalle sobre sus propios coches. Sin embargo, puede ser de gran utilidad si, por ejemplo, estás conduciendo un coche alquilado. Si no te has fijado dónde se encuentra el depósito, tan solo tendrás que echar un vistazo al cuadro de mandos para resolver la duda.
14. El pequeño punto al lado de la cámara de los iPhone.
Si eres un aficionado a los dispositivos de Apple, y has tenido alguna vez un iPhone, puede que te hayas preguntado para qué sirve ese agujero. O quizás simplemente te ha llamado la atención pero lo has pasado por alto, pensando que podría tratarse de un flash. Sin embargo, su función no es esa, y es mucho más relevante de lo que piensas.
La función de este pequeño punto es nada más y nada menos que la de «cancelar los sonidos del exterior». Dicho de otra manera, funciona de manera inversa a lo que hace un micrófono. En el momento de realizar una llamada, el agujero se encarga de bloquear el ruido de tu entorno para que se escuche solo tu voz, de manera que la persona con la que hablas pueda escucharte mucho mejor. También ayuda a que Siri pueda entender mejor lo que le solicitas.
¿Cuál te ha sorprendido más? Cuéntanoslo en los comentarios.
