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15 personas contaron las curiosas historias que les ocurrieron durante el parto

A lo largo del embarazo, las mujeres pasan meses imaginando cómo será el bebé, acariciando la barriga que crece cada día y esperando el gran momento del parto. En ese momento, finalmente podrán tenerlo en sus brazos. Pero aunque para muchas mujeres el parto es algo que esperan con mucho entusiasmo, para otras es algo que les causa mucho miedo.

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Está claro que todo lo que involucra parir puede ser algo que provoque muchos sentimientos, entre ellos nervios, miedo y dudas. Además, a menudo sucede en una atmósfera que es una mezcla de pánico general, malentendidos y aceptación de lo inevitable. Le sucede principalmente a las madres primerizas, ya que es la primera vez que vivirán una experiencia completamente desconocida. Además, resultará en el nacimiento de un bebé, y, por tanto, una gran transformación de su vida.

Sin embargo, otras personas, quizás porque ya han tenido una experiencia previa, sazonan el momento del parto con sarcasmo y ocurrencias únicas. Se trata de nacimientos que son doblemente memorables, ya que hubo lugar para un sentido del humor que dejó huella en las personas que los presenciaron. Atento a estas historias de personas que atraen los momentos divertidos, incluso en las situaciones más críticas de sus vidas.

1.

Cuando nació mi hermano, tuvieron que usar fórceps para sacarlo. Mi mamá los vio y gritó «¡ESOS SON PINZAS DE ENSALADA! ¡NI SE OS OCURRA TOCARLE CON UTENSILIOS DE COCINA!» Fuente.

2.

Una paciente preguntó si los dos posibles padres podrían estar en su cesárea para que ninguno se perdiera el nacimiento de su hijo. Ya descubrirían quién era el verdadero padre más adelante.

Después de mucha consideración, porque parecía un plan más o menos razonable, la respuesta fue no porque era demasiado fácil imaginar escenarios en los que podría estallar una pelea en el quirófano y los instrumentos saldrían volando por los aires. Además, existía una regla bastante estricta acerca de que solo se permite una persona con el paciente en el quirófano. Al final, la mujer fue acompañada por su mamá. Fuente.

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3.

Cuando mi hermana estaba de parto, gritaba y nuestra madre trataba de consolarla: «Todo estará bien. Respira profundamente. Se acabará pronto».

Entonces mi hermana miró a nuestra mamá y le dijo: «No tienes idea de cómo es esto». Fuente.

4.

La paciente estaba completamente dilatada, empezó a empujar y de pronto cambió de opinión. «No quiero hacer esto, me voy a casa». Y luego intentó bajarse de la mesa. Fuente.

5.

El marido quiso estar presente en el parto. Yo: «Cariño, ¿estás seguro? Verás, puede ocurrir cualquier cosa… Dicen que cuando una mujer da a luz, puede comportarse de manera inapropiada, puede gruñir, morder, gritar… También pueden darse momentos desagradables… por ejemplo, que se te escapen las heces…»

Esposo: «Bueno, si me hago caca, me hago caca. Encontraré la forma de vivir con ello». Fuente.

6.

Cuando nací, mi papá no sabía que los bebés generalmente nacen boca abajo, y mientras salía gritó: «DIOS MÍO, NO TIENE CARA». Fuente.

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7.

Llevamos a una mujer a la clínica de maternidad, en la parte final del parto. La compadrona intentaba calmar a la paciente: «Casi llegamos al hospital, aguanta un poco, hace frío en la ambulancia, darás a luz un explorador polar». De repente, la paciente empezó a reír histéricamente. Al principio, incluso pensamos que había perdido la cabeza, pero no, solo se estaba riendo.

Después, dijo: «Su abuelo es un explorador polar, su padre también es un explorador polar, ambos trabajan en el Instituto del Ártico y la Antártida».

Terminó dando a luz en la ambulancia, a 200 metros de las puertas del hospital. Fuente.

8.

Me habían dado mucha medicación, y empecé a pedir costillas BBQ entre contracciones. «¡Vamos, cariño! ¡Las enfermeras nunca se enterarán!» Estaban de pie ahí mismo. Fuente.

9.

Cuando nació mi primer hijo, su cabeza estaba algo deformada, y cuando el médico le levantó para mostrárselo a mi esposa, ella gritó «¿por qué parece un dinosaurio?» Me partí de la risa. Fuente.

10.

Me ocurrió el día después del nacimiento de mi hijo.

Enfermera: El tipo de sangre de su bebé es A-

Esposa: ¡Como yo!

Enfermera: ¡Y como papi!

Yo: No, soy A +

Enfermera: Debes estar equivocado, esa combinación no es posible. (silencio incómodo) Uh, me tengo que marchar.

Saqué el teléfono y busqué frenéticamente en Google «combinaciones de tipos de sangre de bebés» (la enfermera estaba equivocada). Fuente.

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11.

Soy enfermera, pero también soy mamá. Mi esposo me dijo que cuando respiraba el gas de la risa grité «¡Soy lady Darth Vader!» mientras empujaba. Luego le pregunté al médico si sentía mis amígdalas cuando me metía el brazo. Son mis compañeros de trabajo. Fuente.

12.

Rompí aguas exactamente a las 38 semanas, a las 4 am. Desperté a mi esposo, y en cuando le dije las palabras, «he roto aguas», salió disparado de la cama como una bala. Nunca le había visto moverse tan rápido y todavía me río cuando pienso en la expresión de su rostro. Fuente.

13.

Dar a luz por primera vez, sin ningún alivio del dolor, fue una experiencia intensa, rápida y un poquito abrumadora. En cuanto salió, me entregaron a mi hijo para que hiciera piel con piel, y mis primeras palabras fueron: «¡Oh, Dios mío, es un bebé!?!»

Mi marido se rió a carcajadas allí mismo. En plan, ¿qué esperabas? Fuente.

14.

Me hicieron una cesárea. Cuando levantaron a mi hija y dijeron: «¡Aquí está tu bebé!», respondí: «Eso no es mío, nunca lo había visto antes en mi vida. Llévalo a objetos perdidos». Fuente.

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15.

Llamada de emergencia: mujer, 34 años, tercer parto.

Llegamos, y nos encontramos con 5 niños de 2 a 14 años corriendo por la casa. Le preguntamos al esposo: «¿Por qué dijo que es el tercer parto?». Y el hombre respondió: «Pensé que si digo ‘el sexto’, se asustarían y se negarían a venir». Fuente.

Y tú, ¿tienes alguna historia divertida de tu parto? Cuéntanoslo en los comentarios.