En 2022, comprar online es algo que prácticamente todo el mundo ha hecho al menos una vez. Las ventajas son obvias: se trata de algo cómodo, sencillo y, en muchos casos, que permite conseguir ofertas que cuesta dejar pasar. Sin embargo, cuando compras algo que no estás viendo físicamente, siempre existe un riesgo.
Puede que esperes algo que en las imágenes parece de un tamaño… y te lleves una sorpresa grande cuando lo recibas. En algunas ocasiones, es un pequeño detalle el que hace que sea distinto, y en otras la diferencia es tan grande que querrás reír y llorar por igual.
Al menos, tienes el consuelo de que se trata de una experiencia compartida por todos, y de que hoy en día casi todos los sitios tienen una política de devolución decente. Si quieres ponerle buena cara al mal tiempo, esta recopilación te demuestra que recibir algo que no cumple con las expectativas es algo común, como los protagonistas de las siguientes imágenes aprendiendo por las malas.
Cuando pides una sudadera para ti, pero solo tu gato puede pasar la cabeza por el cuello.
“Sé que es un gato gordito, pero pedí una casita de tamaño L”.
“Pedí un cable HDMI en Internet. En su lugar me enviaron esto. Al final me devolvieron el dinero y me dijeron que podía conservarlo. Ahora no podré dormir”.
Cuando pedí un rallador normal y recibí algo como un utensilio para enanos.
“Lo que pedimos VS lo que nos trajeron. No puedo dejar de reírme”.
“Pedí unas papas fritas con queso en un puesto local”.
“Pedí unas fundas para audífonos en AliExpress, y en lugar de eso me enviaron esto. Estoy llorando, ¿qué podría ser?”.
«¿Tal vez solo necesito regarlo y crecerá…?».
“Pedí un sillón rosa y me lo acaban de entregar junto con uno gris. Llamé a la tienda y les dije que no lo había comprado, y me respondieron: ‘Feliz Navidad, quédatelo gratis’. ¿Qué está pasando? No tengo suficientes amigos para dos sillones”.
“Pensé que había comprado una camisa blanca, pero en lugar de eso recibí esta sorpresa”.
“Compré una sartén más grande por Internet. Por lo menos ahora podré usarla en la parrilla. Coloqué un plátano para comparar».
Cuando el regalo navideño que pediste llegó en otro color.
“Un chico compró una botas a través de una página en Facebook, quería apoyar al productor local. Esto es lo que le entregaron”.
“Pedí una ensalada César sin crutones. La mesera me preguntó que por qué sin crutones. Le respondí que los crutones son para los perdedores. Ella regresó con esto”.
«Pedí toallitas online y esto es lo que me enviaron.»
“Estaba un poco borracha cuando compré este plato. Pero superó todas mis expectativas”.
“Hoy en el trabajo, recibí este par de calcetines que nunca ordené, ahora estoy muy confundida”.
«Lo que recibí… lo que creí que estaba comprando…».
“Mi cosmetóloga me prometió que, si la dejaba teñirme las cejas, mi vida cambiaría. Debí haberle pedido que fuera más específica antes de aceptar”.
Y a ti, ¿cuál de tus últimas compras te sorprendió… o te enfadó?