Superar las frustraciones es un desafío en cualquier etapa de la vida. Pero más aún para los más pequeños: cuando eres niño, todavía estás aprendido a enfrentarte a las desilusiones, así como a resolver las dudas y los obstáculos que te plantea la vida. Ante estas situaciones, hay padres que prefieren adornar la realidad y crear una versión «inocente» de los hechos.

A veces realmente están evitando que un niño se enfrente a vicisitudes que podría no llegar a comprender en toda su dimensión. Otras veces, los padres simplemente están pensando en ellos mismos, y se están ahorrando una conversaciçon complicada con sus hijos… sin ser conscientes de que simplemente están retrasando ese hecho. O quizás, cuando años más tarde descubran que sus padres les mintieron en algo importante, desarrollen problemas de confianza.
Aquí tenéis 17 ejemplos de lo que hablamos. Estas personas compartieron historias en las que los adultos les mintieron, y más tarde descubrieron la «cruda» realidad —a veces se trata de cosas inocentes, como mentirles para ayudarles a dejar el chupete, pero otras son mucho más trascendentales. ¡Esperamos que sus experiencias te sirvan de advertencia!»
1.
Cuando era pequeño, mi mamá me dijo que no podía seguir usando el chupete porque lo había enviado por correo a la luna. Años después revisando cajas, lo encontré.
Me abrió los ojos. Fuente.

2.
Solíamos hacer largos viajes por carretera a lo largo de las Montañas Rocosas, y cada vez que pasábamos por un letrero que alertaba sobre posible derrumbe de rocas, mis padres nos decían que si hacíamos demasiado ruido provocaríamos un derrumbe y nos moriríamos todos. Resultado: Horas de silencio en un coche con tres niños. Cicatriz que me dejó: Mínima. Fuente.
3.
Mi papá se cansó de ver a Barney el dinosaurio cuando yo era niño, y un día cuando le pedí verlo dijo:
«No puedes»
«¿Por qué?»
“Porque Barney murió”
Nunca volví a ver a Barney. Fuente.
4.
Mi papá me dijo que los kiwis eran en realidad huevos de mono.
Por culpa de esto, acabó habiendo un montón de fruta podrida debajo de mi cama. Fuente.

5.
Cuando salió Toy Story por primera vez, mi papá conducía un Infiniti y nos dijo que podía presionar un botón e ir «al infinito y más allá» para saltar sobre otros autos. Nos hacía cerrar los ojos cuando iba a apretar el botón, y aceleraba y adelantaba al coche que teníamos delante mientras lo hacíamos. Cuando era niño, me quedaba estupefacto y pensaba que era mágico. Fuente.
6.
Estábamos en un viaje por carretera un verano y le pregunté a mi papá cuál era el propósito de las bandas sonoras.
Me dijo que eran para conductores ciegos. Fuente.
7.
Mi papá siempre me decía que comer la corteza del pan haría que se me rizara el pelo. Lo creí durante demasiado tiempo. Fuente.

8.
Mis padres me dijeron que si no me cepillaba los dientes, unos diminutos duendes de los dientes entrarían a escondidas en mi habitación por la noche y me sacarían los dientes mientras dormía. Durante mucho tiempo le tuve mucho miedo a los duendes de los dientes. Fuente.
9.
Mi mamá me dijo que tenía un hueso afilado en la nariz que me cortaría el dedo si intentaba metérmelo dentro. Era aterrador. Fuente.
10.
Cuando era pequeño, mi mamá me dijo que si no terminaba mi cena, mi estómago tendría mucha hambre y subiría y se comería mi cerebro. Unas noches más tarde la desperté a medianoche llorando porque mi estómago gruñía y necesitaba una segunda cena o se comería mi cerebro. Fuente.

11.
Cuando tenía 5 años, mi papá me dijo que ese instrumento que estaba escuchando en una cinta era una flauta. Le pregunté qué era, porque pensé que sonaba increíble. Años más tarde, cuando iba a la escuela secundaria, llevaba tocando la flauta durante 7 años y de pronto un día encontré la cinta.
Era un solo de blues, tocado con una guitarra eléctrica.
Podría haber sido una maldita estrella de rock. Fuente.
12.
Recuerdo haberle preguntado a mi mamá por qué no tenía «pito», y ella solo respondió con una voz de militar, «¡lo perdí en la guerra!» Fuente.
13.
Cuando era joven, siempre me sorprendía todas las cosas aleatorias que sabía mi padre. Tenía respuestas para cada pregunta. Le preguntaba cómo sabía todas estas cosas y juró que había un libro que le daban a todos los papás en el hospital cuando nacía su primer hijo y que explicaba todo lo que necesitabas saber. También me dijo que no podía mostrarme el libro, porque si lo hacía la gente del hospital vendría y se lo llevaría.
Durante años, busqué por toda la casa ese libro. ¡Tenía las respuestas a la vida, el universo y todo lo demás! ¡Lógicamente quería leerlo!
Me metí en muchos libros en mis esfuerzos por encontrar el libro, nunca podía confesar mis intenciones porque estaba convencido de que si mi papá se enteraba de que lo estaba buscando, lo escondería en un lugar más difícil de encontrar.
No me di cuenta de que el libro no existía hasta que tenía 10 años más o menos. Fuente.

14.
Mi madre una vez me dijo que no durmiera sobre mi lado izquierdo porque eso causa presión en tu corazón. No estoy seguro de cómo de cierto era eso, pero durante años me ponía nervioso cada vez que me tumbaba para dormir sobre mi lado izquierdo. Fuente.
15.
Viví con mi abuela hasta los 16 años. Actualmente, mi mamá me dice que eso nunca sucedió y que nunca me dejó con la abuela. Supongo que imaginé toda mi infancia. Fuente.
16.
El pez de mi hija murió en una ocasión en la que cambié el agua del acuario. Cuando ella lo vio, le dije que estaba durmiendo. Fui a comprar otro, pero no encontré uno que fuera del mismo color. Cuando ella se dio cuenta de que era otro pez, le dije, en tono de sorpresa: «¡Dios mío! Debe ser un pez mágico! ¡Se durmió y cambió de color!». Ahora le cuenta a todo el mundo que tiene un animalito mágico, porque su pececito ya se «durmió» unas 8 veces. Fuente.

17.
Un amigo le dijo a su hija cuando era pequeña que tenías que comerte el papel que había dentro de las galletas de la fortuna para que se hiciera realidad. Fue realmente vergonzoso cuando con 16 años salió a comer con sus amigos y se comió el papel. Fuente.
Y tú, ¿recuerdas alguna mentira similar de tus padres? Cuéntanoslo en los comentarios.