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17 personas geniales que supieron utilizar su pereza para su beneficio

A la próxima persona que te critique por ser perezoso, puedes contarle la siguiente historia: en 1955, un abuelo llamado Victor Mills cuidaba a menudo de su nieto. El hombre quería mucho al pequeño, pero el hecho de tener que cambiar y lavar sus pañales de tela constantemente le daba mucha pereza. Entonces, el ingenioso Mills tuvo una gran idea, e inventó los pañales desechables. Parece que, en su caso, la pereza trajo consigo algo muy bueno no solo para él, sino para todas las personas que tienen que cuidar niños.

No todo el mundo es tan creativo como el Señor Mills, pero hay casos en los que ser un vago tuvo consecuencias positivas. Atento a estos 17 ejemplos absolutamente reales que fueron relatados en las redes sociales, y que puede que te reconcilien con tu perezoso interior. ¡Esperamos que te resulten tan curiosas como a nosotros!

1.

Conseguí un trabajo temporal por un día. Tenía que imprimir 30 tomos de 100 páginas cada uno. Pregunté por qué esto me llevaría todo el día, y me dijeron: “Nuestra impresora no ordena las páginas, por lo que le llevará un día entero ordenarlas manualmente”. Sin embargo, era una impresora de oficina estándar, y sólo tardé 30 segundos en encontrar la configuración de la impresora para que imprimiera todo en orden. Se imprimió y ordenó todo, y yo pasé todo el día en Internet, habiendo recibido el pago de todo un día de trabajo por ello. Además, mi jefa decidió que yo era un genio en la configuración de impresoras, y me hizo una buena recomendación.

Foto de Mahrous Houses en Unsplash

2.

Un amigo mío y yo solíamos pasar nuestro tiempo buscando la forma más eficiente de hacer nuestro trabajo. Solíamos decirnos a nosotros mismos «¡No estamos siendo perezosos, solo estamos siendo eficientes!» Se convirtió en algo casi diario…»¿Por qué lo hacemos de esta manera? Esto es estúpido. Debe haber una manera más fácil». Luego encontrábamos la forma y lo implementábamos.

Hace nueve meses, hice que mi trabajo fuera tan fácil que me despidieron. Ten cuidado con lo que deseas.

3.

Vi como una de nuestras empleadas se puso ropa deportiva y se fue al gimnasio a la hora de la comida. Pero cuando salí a la calle, la encontré comiendo alitas en su coche. La explicación era que nuestro jefe promueve el deporte y lo tiene en cuenta como si fueran horas de trabajo. Así es como esta ingeniosa dama “entrena” todos los días.

4.

Mi último trabajo fue en una tienda de piezas para camiones. Todos los diciembres realizamos un inventario y algunos de los empleados deben contar las arandelas y tornillos de todos los tamaños. Este era mi primer inventario y casualmente dije que se podía simplemente pesar una arandela y un tornillo y después pesar todo junto para obtener el total. Todos me miraron como si hubiera resuelto un gran misterio.

Foto de Remy Gieling en Unsplash

5.

Hace poco leí sobre un estudiante que encontró un trabajo de verano en alguna oficina. Él se hizo amigo de una mujer de edad avanzada en el mostrador de registro, la cual no entendía nada sobre Excel. Él le ayudó tanto con tablas y fórmulas e incluso escribió una macro que simplificaba todo el proceso. Al final del verano, él le facilitó tanto el trabajo a esta mujer que sus superiores decidieron despedirla, porque la consideraron innecesaria.

6.

La tienda que estaba al lado de mi casa se trasladó al otro lado de la calle. Así es como desde hace 11 meses no fumo porque no quiero cruzar la calle solo para ir por cigarrillos.

7.

En la preparatoria, todos los años teníamos que hacer un trabajo sobre 4 libros leídos. Mi amigo una vez hizo un trabajo sobre El Señor de los Anillos y todos los años entregaba el mismo. La cuestión era que todos los años nos cambiaban de profesores y ninguno de ellos sospechó algo. Aun así, yo nunca me atreví a hacer lo mismo.

Foto de Alicia Christin Gerald en Unsplash

8.

Tengo un colega que se va a casa a las 4 bajo el pretexto de “ir al baño”. Él deja su computadora encendida y la silla inclinada, y nuestro jefe no sospecha nada.

9.

Yo soy muy vago. Por eso intento hacer todas las tareas de casa y del trabajo lo más rápido posible para después poder perder el tiempo y ocuparme de cosas sin sentido. ¿Cuál es el resultado? Por segundo año consecutivo, estoy entre los mejores empleados del trabajo y para los esposos de las amigas de mi esposa, soy un ejemplo a seguir. ¡Así que soy un vago ilustre!

10.

Un señor nos contó cómo tenía que lavar seis tinas de cubiertos en una noche junto con sus compañeros durante su servicio militar. Su salvación fueron unos bidones de álcali que simplemente vertieron en estas tinas, manteniéndolos ahí por un par de horas y posteriormente enjuagaron todo con agua. El sargento en turno del comedor estaba seguro de que habían hecho magia cuando vio el resultado.

Foto de Scott Umstattd en Unsplash

11.

Leí una historia sobre un programador que le pasaba todo su trabajo a una empresa de outsourcing china. Él les pagaba una quinta parte de su salario, y pasaba todos los días entreteniéndose en Internet. Además, los jefes le nombraron el mejor trabajador de la empresa.

12.

Cuando trabajaba en un hospital, una persona de nuestro equipo tenía que realizar una inspección de todos los pacientes. Eran más de 100 personas, y nadie quería realizar este trabajo a excepción de un chico. Una vez vi por qué le gustaba tanto esta tarea. Él tomaba una silla, se sentaba en la entrada del comedor y no dejaba pasar a nadie hasta que no los observara. Al final, él hacía este trabajo en una hora, mientras que a los demás les tomaba todo el día.

13.

No lograba adelgazar de ninguna manera, dejaba las dietas constantemente. Probé un montón de métodos. Por lo visto, solo tenía que mudarme de casa de mis padres, porque me daba pereza preparar e ir a la tienda por golosinas. En una semana, baje 1,5 kg.

Foto de Adrian Swancar en Unsplash

14.

Este fue uno de mis primeros trabajos en el ámbito de la tecnología. Durante casi dos meses me encargué de la automatización del flujo de trabajo; después de esto, pude holgazanear días completos y pasar el rato en Internet. Todo funcionaba sin contratiempos, así que tomé un par de semanas de vacaciones. Cuando regresé, me dijeron que todo había funcionado muy bien sin mí y simplemente me despidieron.

15.

Cuando fui pasante en una gran empresa financiera, automaticé el 70% de mi trabajo. Al final, me pagaron durante 6 meses y todo ese tiempo lo ocupé en mis estudios para sacarme un master.

16.

Trabajé en un restaurante y tenía una jefa odiosa. Ella me pedía contar todas las bolsitas con sal o las pajitas. Es decir, no podía afirmar que teníamos 3 cajas y media de sal, debía decir: “3 cajas y 872 bolsitas”. Al final, yo simplemente inventaba una cifra más o menos real y todo el día lo pasaba jugando Pokémon.

Foto de Andrew Tanglao en Unsplash

17.

Tenía una conocida que vivía en un edificio donde había una tienda que vendía sopas, ensaladas y pan horneado. Antes de que su marido llegara del trabajo, ella corría a la tienda con una cazuela. Ellos colocaban los alimentos directamente ahí. Y si tomaba alguno de los panecillos, entonces esparcía harina en su casa en un lugar visible. Así es como su marido elogiaba la comida casera de su mujer.

Y tú, ¿tienes alguna anécdota digna de aparecer en esta recopilación? Cuéntanoslo en los comentarios.