Una de las mejores cosas de los niños es su gran honestidad y espontaneidad. Gracias a estos atributos, tienen la capacidad de dar la vuelta cosas que para los adultos no son agradables, y convertirlas en buenos recuerdos. Por ejemplo, cuando una niña que llama “relámpagos” a las estrías que tanto avergüenzan a algunos adultos, o el que sabe qué decir a su madre para consolarla cuando tiene un mal día.

Aquí tienes una serie de anécdotas que demuestran lo dulces que pueden llegar a ser los más pequeños de la casa. Esperamos que estas historias te consigan ablandar el corazón, o que al menos dibujen una sonrisa en tu rostro. ¡Comparte con nosotros tus propias anécdotas de niños que te regalaron sus ocurrencias más inocentes!
1.
Mi hija me dijo: «No estás gorda», y de repente todos mis problemas con mi cuerpo no importaron tanto. Los niños no dicen mentiras.
2.
Tengo COVID y he estado en cuarentena en mi habitación durante tres días. Mi hija de seis años sigue deslizando notas de «Te amo mami» debajo de la puerta. La amo.
3.
La exmujer de mi esposo no ha estado en la vida de las niñas desde que justo después del divorcio se volvió a casar con el hombre con el que le había estado engañando. La hija más pequeña no tenía ni un año cuando se separaron y no había vuelto a ver a ninguna de ellas desde entonces. Él ya tenía la custodia, pero ella renunció a todos sus derechos cuando decidimos casarnos porque «quería estar libre de la carga», y pensó que yo podría «lidiar con ellos» cuando me casara con mi esposo. Son tres chicas súper dulces, y siempre me molestó que más o menos se deshiciera de ellas. Cuando renunció a la custodia la menor tenía cinco años, y su hermana adolescente y yo estábamos hablando del asunto cuando me dijo esto:
«Me alegro de que seas mi única mamá. Ella no era mi mamá, no como tú».
Entonces sus ojos se agrandaron mucho, y se asustó y dijo con una voz muy pequeña: «¿Te pone contenta que vayas a ser mi mamá?»
Le aseguré que estaba MUY feliz de ser su mamá, y puede que más tarde me pusiera a llorar al recordarlo.

4.
Un niño en el gimnasio me preguntó si era Lobezno.
5.
«Vosotros dos sois como la Navidad»
La pequeña hija de un amigo, a mí y mi esposa.
6.
Una niña me dijo: «A ti te perdono la vida». Y luego se alejó. ¡Un poco siniestro!
Luego, su padre me explicó que esta era básicamente su forma de decir: «Estoy molesta, pero no contigo». Aparentemente ella estaba teniendo un mal día.

7.
Un niño me miró fijamente durante cinco minutos y luego le preguntó a su mamá si yo era una princesa.
8.
Trabajé con niños con Asperger hace un tiempo y este niño, Peter, en una ocasión vino corriendo hacia mí MUY emocionado. Me dijo: «¿ADIVINAN qué TENGO en mis BOLSILLOS?» Así que le pregunto qué tiene, y me dice: «¡NADA!». Y yo respondí: «Supongo que eso está bien». Y él dijo: “¡No lo entiendes! ¡¡Piensa en todas las cosas que puedo meter en ellos!!”. Me enseñó una lección de vida. Gracias, Peter.
9.
Recientemente, un niño de la escuela infantil no pudo pronunciar mi nombre y me llamó «Sra. Molona», así que si me disculpan, voy a cambiar mi nombre legalmente a ese, adiós.

10.
Un niño se acercó a mí y a mi novio y dijo: «Hacéis muy buena pareja. Espero que duréis mucho tiempo. Ojalá tengáis hermosos bebés y tengáis una buena vida juntos. Os veis muy bien juntos». Luego se alejó y dijo: «Mira, mami, están felices». Ella nos miró y luego se acercó explicando que ella y su padre se separaron. Estaba triste, pero mi corazón se llenó de alegría.
11.
Mis hijos me dicen a menudo que soy hermosa, y puedo sentir que realmente lo dicen en serio. No soy hermosa en absoluto, pero es la única vez que siento que podría serlo.
12.
Cuando tenía 20 años, mi hijo mayor me envió una tarjeta que decía: «Gracias por ayudarme a ser mejor persona, incluso cuando no quiero serlo».
También nos dijo que cuando tuviera hijos, quería criarlos de la misma manera que ÉL fue criado.
Un gran elogio viniendo de un chico de 20 años.

13.
Mi hija adolescente me dijo: «Mamá, soy la única de todas mis amigas que está realmente feliz. Creo que es porque te tengo a ti».
Moriría por esa niña.
14.
La prima de mi mejor amiga, que tenía 5 años en ese momento, le dijo que pensaba que yo era una de las personas más bonitas que había visto. Pienso mucho en eso cuando me siento mal conmigo misma.
15.
Llevaba pantalones cortos y mi sobrina miró mis estrías (soy muy insegura con ellas) y preguntó qué eran, así que se lo dije. Luego dijo: «¡Oh, creo que se ven geniales! ¡Parecen relámpagos!». Desde entonces me refiero a mis estrías como rayos.

16.
Como madre soltera, a veces dudo que esté haciendo un buen trabajo. Un día, noté que mi nombre de perfil en Netflix había cambiado de “Mami” a “Mami la s” y estaba confusa. Cuando abrí mi perfil para ver qué travesura habían hecho mis hijos, vi que ponía “Mami la superheroína”. Mi corazón literalmente se hinchó.
Cuando le pregunté a mis hijos quién había cambiado mi nombre, mi hija de 8 años dijo vacilante que había sido ella. Le di un gran abrazo y le dije que era lo más dulce que alguien había hecho por mí en mi vida.
Lo mantuve como mi nombre. Si siento que estoy fallando, enciendo Netflix y me recuerdo que al menos mi hija piensa que soy un superhéroe. Es lo más dulce que un niño, ¡vaya, incluso una persona adulta ha hecho por mí!
17.
Una niña, de entre 5 y 6 años, me dijo: «Eres tan bonita y amable», y ese fue el cumplido más genuino que he recibido.
18.
«Eres el padre más genial de la historia».
Mi hija me pidió que inventara una canción mientras jugueteaba con mi guitarra. Lo hice, le gustó y me dijo eso… Me hizo feliz.
No soy un hombre fácil, puedes preguntarle a mi ex esposa, pero soy justo y quizás demasiado honesto en mis opiniones.

Y tú, ¿recuerdas algo que te haya dicho un niño que te haya ablandado el corazón?