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18 nueras sin pelos en la lengua recuerdan los peores regalos que recibieron de sus suegras

La relación suegra-nuera, un clásico en las terapias familiares.

Cuando se acercan fiestas familiares, suelen salir a flote muchas tensiones con los suegros o suegras. Si es tu caso, probablemente te consuele saber que no es un caso aislado, ya que los desencuentros entre suegras y nueras son de lo más habituales en cualquier familia española. De hecho, como demuestran los datos de Coaching Club, un 43% de las consultas de terapia familiar abordan este problema.

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Según este estudio, hay unos focos de conflicto que se repiten habitualmente. Por ejemplo, la sobreprotección de las suegras hacia sus hijos. Pero otros de los enfrentamientos más habituales están causados por la relación de los abuelos con sus nietos, o por la falta de límites dentro de la familia.

No tenemos la fórmula definitiva para evitar desavenencias, pero sí algunos consejos que aplican a todas las situaciones de este tipo. El primer, es tener claro que la relación con tu pareja, y la que este tiene con su madre, son cosas completamente diferentes, y no hay que tratar de competir en este campo. Más importante aún: siempre deja a los niños al margen.

Los pequeños no deben formar parte, en ningún caso, de los conflictos entre adultos. Por lo tanto, se debe fomentar siempre el amor de estos hacia sus padres y abuelos. No se trata solamente de proteger el bienestar emocional de los más pequeños, sino que, además, cuando hay una relación sana entre nietos y abuelos, esto repercute positivamente en la relación entre suegra y nuera.

Eso sí, es importantísimo tener claro que el núcleo de la familia es el que se crea con el marido y los hijos, si los hubiera. No hay necesidad de romper con la familia política, pero sí tener siempre muy clara la importancia de la nueva familia que se ha creado. Aunque la tendencia de que «tu familia es lo primero» no está tan arraigada en países como España, es muy común en países anglosajones.

Los peores regalos que recibieron de sus suegras

Pero no queremos ponernos más serios de lo estrictamente necesario. Para que veas que siempre hay alguien que está en una situación parecida a la tuya, si no peor, echa un vistazo a esta recopilación de regalos que algunas nueras recibieron de las madres de sus parejas. Algunos son tan delirantes… ¡y ofensivos!… que nos compadecimos por completo.

1.

Me pintó un retrato de un insecto. Dijo que lo había visto en una revista (¿WTF?) y que le recordó a mí. Literalmente era un retrato de la cara de un mosquito, con un fondo color amarillo vómito. Antes de que mi marido tomara cartas en el asunto, me preguntaba constantemente por qué no lo tenía colgado en casa. Fuente.

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2.

A una amiga de mi hermana su suegra le regaló un libro llamado «El Manual del Divorcio» hace muchos años. Es mi listón de «bueno, al menos mi suegra no me hizo ESO…» Fuente.

3.

La semana pasada, mi suegra nos regaló unas toallas «muy buenas y muy caras que compró en El Corte Inglés». Llevan el emblema de diferentes hoteles. Fuente.

4.

Un kit de comida deshidrata con un ingrediente al que soy alérgica. Mi marido recibió uno con un ingrediente al que es mortalmente alérgico. Ella lo negó incluso cuando le enviamos fotos mostrando los ingredientes. Se lo di a un compañero de trabajo más joven, que estaba maravillado. Fuente.

5.

Cada cumpleaños y cada Navidad me hace el mismo regalo. Una bufanda. Tengo 32 bufandas en alguna parte de un armario. Nunca llevo bufandas. Fuente.

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6.

Nos regaló un libro que teníamos que grabar mientras lo leíamos, para que nuestro sobrino pudiera escuchar nuestros acentos. Así que nos regalo deberes. Al final no lo hicimos, simplemente nos olvidamos, pero en perspectiva, sí, fue un regalo bastante horrible. Fuente.

7.

Un pack 3 de tres tazas de viaje… que llevaban siglos en el armario de su cocina. A todos los demás les regaló cosas bonitas, a mi tazas de café, qué regalo tan pensado. Fuente.

8.

Un jersey navideño y una bufanda calentita. Para mi cumpleaños. En Julio. En Los Angeles. Fuente.

9.

Mi suegra me regaló pequeñas muestras de crema usadas que vienen gratis con otra compra. No me importa que sean muestras, es una crema muy buena, pero la línea la pongo en que sea algo usado previamente. Fuente.

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10.

La Navidad después de nuestra boda mi suegra nos regaló un marco con tres fotos del día del enlace… yo no aparecía en ninguna de ellas. También ME regaló un libro sobre paternidad. Fuente.

11.

Me acaba de decir mi suegra el regalo que nos ha hecho a su hijo y a mí por nuestra boda (nos casamos en dos semanas). Varios días en un hotel de Benidorm en los que ella también aprovechará para venir y conocer la ciudad. Nuestra habitación es la 602 y la suya la 603. Fuente.

12.

Mi suegra le regaló a mi marido un libro para colorear de Bob Esponja. No tenemos hijos. Fuente.

13.

Cuidé su casa, piscina y mascotas diariamente durante las tres semanas que estuvo en un crucero de lujo. Era 40 minutos de coche de ida y vuelta. Como agradecimiento, me regaló una bolsa con ropa suya. Ropa sucia. Fuente.

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14.

Productos de limpieza porque «ya he estado en vuestra casa». Y, posteriormente, ropa que era muuuuy grande (tengo talla 4 pero ella me compraba cosas XXL), siempre dejando caer que «creo que esta talla te sentará mejor». Fuente.

15.

Ayer tocó comida navideña con mi familia política. Mi suegra nos regaló a cada uno un pequeño peluche que le recordaba a nosotros. A mí me dio una vaca. Fuente.

16.

El año pasado mi suegra nos regaló pijamas. Su «tema» era que en Navidad había que comprarle pijamas cuquis a las parejas de sus hijos.

Hasta aquí bien. Me encantan las cosas cómodas. Mi pareja me dio la bolsa con el regalo, saqué el pijama y me quedé mirándolo estupefacta. Eran ocho tallas más pequeños de lo que deberían, y en la etiqueta ponía claramente que eran para un NIÑO PEQUEÑO.

Soy bastante bajita, pero no soy por asomo una niña pequeña. Lo que dios me negó en altura, me lo dio el voluptuosidad. Sobra decir que me tuve que deslizar dentro del pijama con mucha fuerza de voluntad (con las costuras rompiéndose) para hacer feliz a mi pareja, que no parecía percatarse del problema con la talla, pero nos costó horrores quitármelos 20 minutos después.

La pareja de mi cuñado también recibió un pijama, pero como a mi suegra le cae bien, eran de la talla adecuada. Fuente.

17.

Tés extraños, y chocolate con alcohol. ¡Soy intolerante a la lactosa! Fuente.

18.

Mi suegra me regaló el collar que le había regalado yo a ella el año anterior. Al año siguiente le conté una historia muy elaborada sobre cómo estaba de compras y supe que iba a gustarle en cuanto lo vi, y se lo volví a regalar. Se lo di en la misma caja en la que ella me lo re-regaló a mi. Fuente.

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Y tú, ¿tienes buena relación con tu suegra? ¿Alguna vez te ha hecho algún regalo «envenenado»?