Se trata de una situación que vemos a menudo en la ficción, la de una persona que cría a un bebé pensando que se trata de su hijo biológico. De pronto, hay un inesperado giro de argumento: una revelación demuestra que no es el padre. Muchas veces esto supone un momento dramático… otras, se trata de un recurso que se emplea de manera cómica.

Pero está claro que en la vida real es algo que puede cambiar por completo las reglas, y convertirse en un momento trascendental que divide la vida de una familia en un antes y un después. Atento a estos impactantes relatos de cómo algunos padres descubrieron que sus hijos no eran realmente suyos… y qué ocurrió después.
1.
Mientras estaba en el Ejército, tuve una relación intermitente con una chica de mi pueblo. Durante mi último desplazamiento me dijo por correo que estaba embarazada; lo acepté, se lo conté a mis padres, e incluso informé de ello en el Ejército y todo eso. Terminaron licenciándome para que volviera a casa y pudiera dedicarme a «mi» novia embarazada. Tuvo el bebé y durante cinco meses creí que era el padre. Mientras ella estaba unos días de vacaciones con una «amiga», me llegó un correo de su novio, contándome que habían estado juntos durante los últimos cuatro meses. Después de hacerme el test de paternidad descubrí que no era mío, y le dije que habíamos terminado y que no quería tener contacto con ella. Lo peor es que mis padres todavía hacen de canguro y tratan al bebé como si fuera su nieto, así que ella está en muchas reuniones familiares y cosas así. Su novio ni siquiera era el padre.
2.
Tenía una prometida, se suponía que íbamos a casarnos. Entonces se fue de vacaciones ella sola porque «necesitaba escapar de todo».
Volvió embarazada… de un heroinómano en paro. Yo tenía trabajo y un apartamento. Me dijo: «Nunca has hecho nada para demostrar que realmente me amabas… esta es tu oportunidad. Acéptanos a mí y al bebé».
No, gracias. La última vez que tuve noticias suyas, estaba soltera y era madre de dos.
3.
Me hice una vasectomía. Mientras charlaba con el médico, me habló de otro paciente. Este hombre tenía tres hijos y fue a hacerse el procedimiento porque él y su esposa decidieron que no querían tener más hijos.
Cuando el doctor comenzó la intervención, no encontró nada que cortar. Este hombre nació sin la capacidad de tener hijos. El pobre médico tuvo que explicarle lo sucedido.
Imagina descubrirlo de esa manera.

4.
La hija de mi novio no es suya. Rompió su mano golpeando una puerta cuando se enteró. Pero nunca la ha rechazado. Él aparece en su certificado de nacimiento, tiene su apellido y todo. Ella es su princesita y él es su papaíto. Fin de la historia. Su ex mujer sin embargo lo utiliza todo el tiempo: «Si no haces tal cosa pido un test de ADN y no volverás a verla jamás». ¡Me enfurece!
5.
Conozco a un tipo que estaba «pillado» por una chica a la que había dejado embarazada, ella le convirtió en un infeliz, e incluso hizo que su hija fuera una niña mimada que le odiaba. Un día la mujer se emborrachó y se rió de él diciéndole que su hija no era realmente suya. Él se marchó dejando sin nada a madre e hija. La hija estaba demasiado mimada para buscar un trabajo y es una de las personas más insoportables que conozco, mientras que la madre es una borracha.
6.
Me recuerda a una historia que le ocurrió a alguien que conozco. Estaba rompiendo con su novia y ella le llamó para decirle que estaba embarazada. «¡Fantástico!». Fingió tanta felicidad que ella terminó diciéndole «No estoy embarazada, ¡fastídiate!», o algo por el estilo.
Conté esta historia a mis amigos, y cuando a uno de ellos le ocurrió algo similar, empleó la misma técnica y la novia con la que estaba cortando reaccionó exactamente igual.

7.
Cuando era periodista, me involucré en un reportaje sobre un padre cuyo hijo tenía una enfermedad rara que garantizaba que moriría antes de los 10 años. Una historia que te rompía el corazón. La familia era una gente increíblemente cariñosa. El niño no podía alimentarse o limpiarse por sí mismo, tenía que ser hospitalizado a menudo por sus ataques, tomaba una medicación carísima, y necesitaba supervisión todo el tiempo.
Mientras investigaba la enfermedad, descubrí que los dos padres tenían que ser portadores de un gen específico para tener la enfermedad. Le pregunté al padre al respecto después de haber trabajado con ellos durante meses, cómo se sentía sobre la posibilidad de que pudiera pasar otra vez si alguna vez se volvía a casar y tenía hijos (se había divorciado de la madre del niño, y él y sus padres eran los cuidadores). Me reveló que se había hecho un test poco después de descubrir que el niño estaba enfermo, y que de esa manera descubrió que no era portador de ese gen y que su mujer le había engañado.
El auténtico padre del niño estaba en paradero desconocido y nunca se había involucrado. La madre del niño tampoco estaba involucrada. Así que este pobre hombre estaba sufriendo la agonía de ver al chico —que ni siquiera era suyo— marchitarse y morir trágicamente. Era desmoralizador. Como dije, este padre y toda su familia son de las mejores personas que he conocido.
8.
No es lo mismo, pero mi padre biológico crió a mi hermano y hermana mayores (cada uno de un padre diferente) como si fueran suyos, cuando mi hermano tenía 6 años y mi hermana 3. Yo fui el accidente feliz. Mi hermano y hermana no hablan con sus padres biológicos, y llaman «papá» a «mi» papá. Nunca le he escuchado referirse a ellos como hijastros. Así se lo explicó a su madre enfadada: «Me he casado con una mujer con hijos. Ahora son mis hijos». Mi padre es lo más.
9.
Descubrí, cuando mi hija tenía cuatro años, que el verdadero padre biológico era un tipo con el que mi mujer tuvo una aventura. Me quedé en casa con ella durante los dos primeros años de su vida. Cuando mi mujer se marchó para tener una relación con otro tipo con el que me estaba engañando, su ataque antes de irse fue decirme que la niña no era mía y que no me iba a dejar volver a verla. Me ha costado los últimos 3 años, y alrededor de 40.000 dólares, pelear en los juzgados para poder verla 4 días cada dos semanas. Siempre será mi hija.

10.
Me di cuenta cuando mi hijo empezó a tener rasgos que no tenían nada que ver con los mismos. Hice un test de ADN y, efectivamente, no era mío. Abandoné ese matrimonio rápidamente, me quedé con la casa, la vendí y me mudé a otro país. No he mirado atrás después de mudarme a Inglaterra, una de las mejores decisiones de mi vida.
11.
Mi hermano se enteró cuando su hija tenía unos 8 años. Nunca se lo contó a nadie excepto a mi y a su mujer actual. Ella todavía piensa que es su padre, y él ha pagado cada penique de la manutención hasta que ha tenido 18 años, aunque ella ha vivido con él todo el tiempo. Mi hermano es la persona que me gustaría ser éticamente.
12.
Mi madre tuvo un rollo de una noche cuando ella y mi «padre» se estaban dando un tiempo, y se quedó embarazada. Ella le hizo creer que era suyo (no estaban juntos pero seguían quedando), hasta que me hice mayor y no me parecía en nada a él y sí al tipo con el que tuvo el rollo. Ella hizo un test de paternidad y se lo dijo a mi «padre» cuando tenía unos 5 años. Él se enfadó mucho.
Después de eso, él empezó a usarme como un peón para hacer daño a mi madre de todas las maneras posibles. Me llevaba con él a sus fiestas, me golpeaba con un cinturón cada vez que decía algo equivocado, esa clase de cosas. Mi madre se volvió a casar y mi padrastro se ofreció a adoptarme, pero mi «padre» se negó.
Después de que abusara de mi hermano (su hijo biológico), y yo no me callara al respecto, me dio en adopción con la excusa de que le llamaba por su nombre en vez de «papá». La última vez que le vi fue un par de meses después en el juzgado. Once años después, ha intentado contactarme, pero sé que es para que él se sienta mejor por lo que hizo y no para disculparse o mostrar interés en mi vida, así que no le contesto.

13.
Me dijeron que era mío. Le crié durante 8 años antes de hacer mi propio test de paternidad para descubrir la verdad. Cambié sus pañales, le enseñé a montar en bici, cosas básicas de padre, antes de conocer la realidad. No puedes dejar de querer a un niño. Soy su padre, él es mi hijo. No lo cambiaría por nada. Odio a su madre manipuladora y mentirosa, creo que es una carga para él.
14.
Supe que mi padre no era mi padre biológico antes que él. Mi madre pensó que yo debería saberlo primero, y pretendía decírselo a él después, pero por culpa de un viaje de trabajo lo supe durante una semana antes que él. Mi madre me contó que tuvo un rollo de una noche con un tipo mientras salía con mi padre. Él pensó que el bebé era suyo, así que ella le siguió la corriente. El problema es que ella no me dijo que él no lo sabía, así que durante una llamada por teléfono le pregunté que cómo se lo había tomado. Fue bastante complicado explicárselo yo mismo. Mi madre y mi padre decidieron divorciarse, ya que básicamente ella le engañó con otro. Pero entre nosotros no ha cambiado nada, sigo queriéndole como si fuera mi padre.
15.
Un amigo tuvo un hijo con una mujer que era un desastre. Después de dar a luz dijo que no podía aguantarlo y les abandonó a los dos. Mi amigo quería a ese chico. Le cuidó él solo durante 2 años. Entonces ella volvió. Dijo que tuvo depresión post parto pero que ahora estaba bien. Se mudaron juntos y reavivaron la relación. Un año más tarde, ella se escapó llevándose al niño. Le dijo que probablemente no era su padre.
No fue el tipo más listo, ya que no fue a un tribunal para intentar recuperar a su hijo, aunque seguía convencido de que era suyo. Pasaron otros pocos años. Él estuvo pagando la manutención con regularidad. Con el tiempo, ella le volvió a dejar ver a su hijo. Se gastó una fortuna en juguetes, videojuegos, etc.
Cuando el niño cumplió 6, ella decidió que el dinero que recibía no era suficiente, pero en vez de hablar con mi amigo le denunció a servicios sociales. Mi amigo se enfadó, y dijo que le pagaría más pero que quiere que primero se haga un test. El niño no es suyo. Se ofreció a pagar el mismo dinero que antes, que ya era una parte importante de su sueldo, a cambio de poder seguir viendo a su hijo.
Ella desapareció por completo, y él no ha vuelto a ver a ninguno de los dos desde entonces. El pobre hombre está destrozado.

16.
Hace siete años mi primo se casó con una mujer adorable, ella se quedó embarazada y compraron una casa, totalmente motivados a prepararla para la niña. Ella murió por complicaciones durante el parto, pero la niña sobrevivió. Mi primo pasó los siguientes años de su vida haciendo todo lo posible para que no le faltara de nada a su hija mientras se comportaba como un padre. Solía trabajar turnos de tarde/noche y se echaba alguna que otra siesta durante el día.
Dos años después se hizo evidente que Amy compartía facciones con su madre, pero ninguna con mi primo. Hizo un test de paternidad y salió negativo. Él no se lo ha dicho y no tenemos ni idea de quién podría ser el verdadero padre, pero todos estamos de acuerdo en que no importa.
Seguimos buscándole, por si hubiera algún asunto médico que tuviéramos que saber. No creo que le diga nada hasta que sea lo suficientemente mayor como para comprenderlo, o para notar la diferencia. Yo he hecho de «detective» y, tengo que ser sincero, estoy empezando a odiar a la madre.
Y tú, ¿conoces algún caso similar?