El arte del sarcasmo.
Se suele hablar del sarcasmo como sinónimo de la ironía. Sin embargo, solemos hablar de sarcasmo para referirnos a expresiones algo más insultantes para el interlocutor. Por el contrario, la ironía sería una reacción un poco más moderada, ya que no tendría como objetivo burlarse u ofender. Un buen ejemplo de sarcasmo sería, por ejemplo, decirle a alguien: «Me siento tan solo en este momento que no me importa haberme encontrado contigo».
La elocuencia y el ingenio son parte fundamental en el arte del sarcasmo. Por ese motivo, para practicarlo hay que contar con un vocabulario variado, y tener la capacidad de usarlo a tu conveniencia. Además, este conocimiento te servirá como defensa, en caso de que alguien reciba tu provocación y quiera comenzar una discusión.
Otra parte importante en la efectividad del sarcasmo sería la inmediatez. Cuando se presenta la oportunidad, hay que ser rápido, ya que solo contarás con algunos segundos para pensar en tu comentario y soltarlo. Eso sí, siempre ten en cuenta que «menos es más»: trata de seguir el ritmo de la conversación, y limita tus intervenciones sarcásticas a los momentos adecuados.
Tampoco es recomendable que te concentres en atacar a una persona en específico. Después de todo, se trata de un ejercicio de ingenio, y una burla que, por encima de todo, tiene que ser una muestra de ingenio. No es necesario generar un gran conflicto con la otra persona.
El artista Losj es un verdadero genio del sarcasmo, como demuestra en sus ingeniosas viñetas. Sus cómics, creativos y atrevidos, hacen las delicias de sus seguidores. Atento a algunas de sus ilustraciones más celebradas, que muestran cómo ve la vida una persona con gran habilidad para el arte del sarcasmo.
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