“Antes perdemos un cliente que la dignidad”.
El racismo es una lacra que ha marcado a generaciones y que muchos siguen padeciendo diariamente, mientras otros siguen ignorando su insidiosa presencia. Afortunadamente, hay personas que no miran hacia otro lado y siguen plantando cara a las personas que muestran estas actitudes. Personas que valoran a las personas humanas, sin distinciones de raza, color, origen étnico o nacional, etcétera.

Hace poco hemos conocido un bien ejemplo de esto en Twitter. Los usuarios de la popular red social han ovacionado a la cafetería de O Náutico de Castrelo de Miño, Ourense, gracias a su reacción al episodio xenófobo que se vivió este sábado en el local. ″¿Echamos a una familia de una terraza por comentarios xenófobos hacia un compañero? La echamos», empezaron diciendo en su publicación.
Tras expulsarles del local, los responsables del local recogieron las bebidas de la mesa y contaron que las personas que se encontraban alrededor aplaudieron la decisión. Dosi Veiga, encargado de la cafetería, informó que este episodio sucedió el pasado sábado por la tarde. Sucedió en medio de un ambiente festivo y con el establecimiento lleno.
Según puede leerse en El Huffpost, el gerente explicó que su empleado es un joven marroquí de 17 años que lleva tres años en España. Cuando fue a atender a una mesa, se metieron con él por su conocimiento del idioma y por ser extranjero. Cuando volvió a la barra, le comentó a una camarera más veterana lo sucedido, ya que el joven lógicamente se sentía insultado.


“Fue ella la que llevó las bebidas. Cuando volvió, me miró como diciendo que hacía falta que fuera yo, que también me encontraba dentro de la barra. Fui con M. para que me dijera quién era de lejos el cliente”, relató Veiga, que considera que “muchas veces se hacen comentarios estúpidos o babosos que no hay que aguantar”. “Por eso, en cuanto me contaron que se había sentido insultado porque se habían metido con él por su origen magrebí y por no entender bien el español quise ir y aclararlo”, dijo.
Sin embargo, cuando el encargado llegó a la mesa para pedir explicaciones, este cliente “impresentable” no quiso retractarse de sus palabras. Insistió que quería ser atendido por alguien que supiera español, a lo que Veiga replicó que su empleado estaba aprendiendo y que era él el encargado de llevar las bebidas a las mesas. Pero eso no consiguió calmarlo.
“Tuvo un estilo chulesco y prepotente, yo le dije que bajara el tono que estábamos relajados en una terraza y que no quería montar un espectáculo, pero no lo hizo. Cuando me marche de la mesa, comentó algo por detrás”, recordó el encargado. En ese momento, le amenazó con que si seguía en esa línea se tendría que marchar del establecimiento, pero eso tampoco consiguió calmarlo: “Me insistió en que llamara a la Guardia Civil y cuando me volví para la barra hizo otro comentario ofensivo contra él”. Esa fue la gota que colmó el vaso.
“Estamos orgullosos de estas acciones”.
“Así que eso hice. Fui a la barra, pregunté si estaba pagada sus consumiciones para devolverle el dinero, vi que no y cogí una bandeja para retirarle las bebidas. Fuimos con un compañero para que estuviera detrás de mí por si había algún problema, le cogí las bebidas de la mesa y se las quité”, contó Veiga.

En ese momento, de acuerdo con el relato del gerente del establecimiento, la gente de las mesas de alrededor comenzó a aplaudir de forma espontánea la actitud del dueño. Mientras, los acompañantes del “impresentable” se marcharon avergonzados por la actitud racista de su amigo. Además, al día siguiente le contaron que cuando el varón se marchó del local seguía insistiendo en sus quejas, e incluso escupió en el cartel que hay en la entrada.
Veiga está pensando en enmarcar el ticket que también compartieron en las redes sociales, como recordatorio de que esa es la actitud que hay que tener con este tipo de clientes: “Somos estrictos con la norma y con los trabajadores y estas cosas te quitan clientes pero también te dan”, explicó el gerente. “Estamos orgullosos de estas acciones porque demuestran que apoyamos al equipo. No tenemos que tolerar este tipo de comentarios y antes perdemos un cliente que la dignidad”. Y tú, ¿qué opinas?