Fotografiando a las mismas personas en la misma calle durante años.
Entre 2007 y 2016, el fotógrafo danés Peter Funch se detuvo en la esquina sur de la calle 42 y la avenida Vanderbilt en la ciudad de Nueva York entre las 8:30 a.m. y las 9:30 a.m. Su curioso hábito tenía un buen motivo: Funch se dedicó a sacar fotografías de los transeúntes que veía. Muchos de ellos se encontraban en ese momento de camino a sus puestos de trabajo.
«La idea comenzó cuando estaba trabajando en otro proyecto, Babel Tales. Algunas de las fotografías se sacaron en el exterior de Grand Central Station, que está increíblemente llena de gente durante las horas punta. La gente sale de la estación en masa, miles de ellos cada uno con su propio destino», contó el fotógrafo. «Entonces tuve la idea de encontrar caras habituales dentro de ese caos; luego, mucho más tarde en el proceso, fijarme en sus comportamientos y rituales mientras caminaban de un punto a otro».

Funch presentó el resultado de este experimento en un libro de dípticos publicado por TBW Books. En el volumen aparecen parejas de imágenes de los mismos transeúntes, a veces con años de diferencia, en las que se aprecian los rituales que se repiten cada mañana. Puede tratarse de opciones de vestimenta similares, tomar el mismo café, o inspeccionar extrañamente una papelera cada mañana. El ritual de posicionarse en una ubicación y a una hora tan específicas, le permitió a Funch concentrarse en el día a día específico de esta esquina.
«No veo esto como un proceso limitado, sino más bien como una forma muy simplificada de documentar un ritual», dijo el fotógrafo. «La idea es que es más fácil comparar dos imágenes que diez y, al mismo tiempo, qué cosas saltan a la vista cuando tenemos dos imágenes de alguien en vez de una. El tiempo y la repetición hacen que destaquen cosas obvias».

El foco del proyecto estaba en encontrar a personas que hicieran habitualmente ese trayecto, y poder ver las diferencias y los detalles que normalmente pasarían desapercibidos. «Por ejemplo, uno está tomando un café helado, pero, ¿cuánto café se ha bebido? ¿Hay una servilleta alrededor del vaso de plástico? ¿Dónde lo ha comprado?» El uso de una lente semilarga le permitió mantener una distancia entre el fotógrafo y sus sujetos desconocidos, y el hecho de estar en Nueva York significaba que las personas «generalmente se toman bastante bien ser fotografiadas, siempre y cuando no les pidas o exijas nada».
«42nd and Vanderbilt» es todo un estudio social, lleno de «pequeñas narraciones y momentos poéticos» mezclados con curiosidades. «El flujo del libro es como un monólogo, con algunas frases cortas y otras más largas”, contó Funch. ¿Qué te parece a ti?































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